Querida, hoy comparto contigo una práctica que a mí me ha ayudado muchísimo y me sigue ayudando a vivir con más tranquilidad, más serenidad, a sentirme mejor y a conectar más con mi lado femenino, mis deseos, y el gozo. Igual parece muy fácil pero te aseguro que no lo es.
Yo le llamo la práctica del “Shabat”. El Shabat es una palabra en hebreo que, según la religión judía, es un día sagrado que (atenta a esto) se celebra mediante la abstención de cualquier clase de trabajo.
Entonces, ¿en qué consiste la práctica?
Pues yo, por ejemplo, me tomo el sábado como mi día de Shabat y durante ese día me comprometo a abstenerme de hacer cualquier cosa que no sea puro descanso o placer. Igual suena fácil cuando lo lees, pero te invito a que lo hagas tú misma para ver los retos que esconde algo tan sencillo como el “no hacer nada”. Yo sigo teniendo que poner mucha atención cada sábado en no recoger esto o lo otro, no limpiar nada, por pequeño que sea, yo personalmente tampoco leo ni contesto mensajes en mi móvil, tampoco estoy pendiente de lo que otras personas dicen o hacen (porque eso me cansa), no hago nada relacionado con el trabajo y en casa me limito a lo estrictamente necesario, es decir, cocinar para comer y recoger la cocina. Pero no le dejo a la hormiga obrera que vive en mi cabeza empezar a ordenar esto o lo otro, hacer esta llamada que “tengo que hacer” o cualquier otra idea que se le ocurra a mi mente.
Y te aseguro que es todo un reto por un día entero apagar el botón de “TENGO QUE”.
De hecho, en uno de mis cursos, El camino de lo Femenino, el practicar “no hacer nada” durante 5 minutos al día es uno de los ejercicios que más les cuesta a las participantes. No es fácil, pero si aprendes a desarrollar ese músculo te aseguro que tu cuerpo, tu corazón, tu mente, tu alma y todo tu entorno te lo agradecerán, y poco a poco tú irás aprendiendo a soltarte más, a darte permiso para simplemente “ser” y disfrutar de tu existencia.
Y tú, ¿qué día eliges para hacer tu Shabat?
Compártelo aquí abajo, me encantará leerte querida.
Y si te interesa que te ayude yo a practicar estas cosas apúntate a mi curso El Camino de lo Femenino. en el que te comparto herramientas para que conectes con quién eres, lo que quieres, lo que te hace feliz, lo que verdaderamente te importa.